Nietzsche: El nacimiento de la tragedia, pt. 3/3

El nacimiento de la tragedia es uno de mis libros favoritos de filosofía. En él Nietzsche forja una llamativa cosmovisión en la que la creación artística caracteriza la tarea más elevada del hombre. En esta serie de vídeos analizaremos sus ideas de lo apolíneo y lo dionisiaco, y la tragedia griega, para ver cómo, a partir de ellos, responde a la pregunta de cómo vivir bien.

Guión

En el último vídeo hablamos de la dinámica entre lo apolíneo y lo dionisiaco.  A nivel psicológico, la experiencia dionisiaca es la experiencia del sufrimiento y sinsentido de la existencia.  El hombre se protege de este lado de la vida mediante la creación artística: pintura, cine y literatura, pero también instituciones y prácticas sociales.  Este es el lado apolíneo.  El arte apolíneo, entendido en este sentido amplio, no es simplemente un pasatiempos sino una honda necesidad.  Vimos que Nietzsche compara lo apolíneo con los sueños que todos producen cada noche.  Al igual que los sueños sean restaurativos para el cuerpo y la psique, la creación artística lo es para la vigilia.  Pero esta necesidad no es sólo psicológica sino, dice Nietzsche, metafísica.

En el cuarto capítulo, Nietzsche propone algo un tanto extraño.  Dice que de las dos mitades de la vida – la vigilia y el sueño – consideramos la vigilia como la más importante, la que realmente se vive.  Pero dice que no, que es al revés, que es en el mundo onírico donde realmente el ser humano cumple su ser.  Suena extraño, pero tiene mucho sentido esta inversión de nuestro sentido común al entenderla como consecuencia de una inversión mucho más honda y metafísica.  Me refiero a la inversión que hace del esquema metafísico de Platón.

En Platón, si recuerdas, el fundamento de la realidad estriba en la esfera inteligible de las ideas.  Las cosas del mundo que conocemos por los sentidos depende ontológico y epistemológicamente de las ideas.  Dice Platón que son copias de las ideas.  Y luego está el mundo del arte, las representaciones que hacemos de las cosas físicas en el mundo empírico.  Éstas, como sabemos, son copias de copias.  Ahora, el mundo de las ideas es estable y eterno, y, dado su carácter inteligible, tenemos acceso a el no a través de los sentidos sino de la razón.  Si uno quiere control sobre su vida, si quiere vivirla bien, debe apuntarse hacía la esfera de las ideas.  La virtud pues es el conocimiento.  Y es por eso que Platón echó los artistas de la república.  No usan la razón sino la imaginación, creando imágenes que son meras copias de copias.  En el primer vídeo de esta serie dije que podemos entender este libro de Nietzsche como una respuesta a la vieja disputa entre la filosofía y el arte, entre la razón y la imaginación.  Platón valora la razón debido a cómo caracteriza la naturaleza de la realidad.  Por lo tanto, la esfera de las ideas es buena, y la del arte mala.

Lo que Nietzsche invierte es precisamente esta valoración.  Lo bueno, lo que realmente vale la pena, es la esfera del arte; y lo malo, aquello del que hay que huir, es la esfera de la realidad en su aspecto más hondo.  Lo que permite que hace este inversión es su distinta caracterización de la realidad.  En vez de ser una esfera inteligible de ideas perfectas, es lo dionisiaco, la voluntad schopenhaueriana, el pulso magmático interminable y contradictorio que experimentamos a nivel psicológico como sufrimiento y sinsentido.  Siendo la realidad así, la actividad artística que Platón desvalorizaba cobra ahora un valor muy importante.  Es precisamente aquello que nos permite vivir la vida y vivirla bien.  Dice Nietzsche, “si prescindimos por un instante de nuestra propia «realidad», si concebimos nuestra existencia empírica, y también la del mundo en general, como una representación de lo Uno primordial engendrada en cada momento, entonces tendremos que considerar ahora el sueño como la apariencia de la apariencia (o copia de la copia en términos platónicos) y, por consiguiente, como una satisfacción aún más alta del ansia primordial de apariencia.”  En la cosmovisión de Nietzsche, la virtud no es el conocimiento sino el arte.

Ahora, Nietzsche dice que el arte es un espejo transfigurador.  Es una frase muy sugerente.  ¿Qué quiere decir?  Pues, la metáfora del espejo es muy común en filosofía.  De hecho, Richard Rorty escribió un libro que se llama “La filosofía y el espejo de la naturaleza”.  La idea es que la razón es como un espejo: refleja la realidad y así produce conocimiento.  En el planteamiento de Nietzsche, el arte también es como un espejo, pero hay diferencias.  La finalidad de la creación artística no es la producción de conocimiento sino la superación de una situación de vida y no lo hace al reflejar el mundo sino al transfigurarlo, de la misma manera que los sueños no reflejan nuestro mundo cotidiano sino que lo transforman.

Ahora, según Nietzsche hay dos formas en las que el arte puede llevar a cabo esta transfiguración – mediante el arte apolíneo o el arte dionisiaco.  Hasta ahora hemos hablado más que nada del arte apolíneo.  Como ya vimos, el arte apolíneo no es una representación o reflejo de algo en el mundo sino una transfiguración del mismo.  Nietzsche lo describe como un suplemento a la realidad en vez de una representación de ella, colocado a su lado para su superación.  Cuando vamos al cine, por ejemplo, no queremos ver una representación del mismo mundo que dejamos allá fuera sino queremos verlo transfigurado para que la vida sea más digna de vivirse.

Pasemos ahora al arte dionisiaco.  Tanto éste como el arte apolíneo son formas de reaccionar a la dura realidad del mundo.  El arte apolíneo reacciona al tapar esta realidad con una bella ilusión.  El arte dionisiaco es un poco diferente.  En vez de tapar esta dura y primordial unidad del cosmos, la expresa.  No lo hace a través de una mirada directa, ya que eso aniquilaría a uno, sino que es transfigurada al expresarse en forma simbólica.  La expresión dionisiaca se da mejor que nada en la música y el baile.  Muchos hemos tenido la experiencia de estar bailando y de perdernos en un frenesí en el que no estamos en control conscientemente del movimiento.  Física y psicológicamente, los contornos se borran, se vuelven difusos, y encarnamos esa energía primordial del cosmos, la expresamos simbólicamente sin perdernos totalmente en ella.  Sea por medio del baile o por las drogas, la experiencia puede ser sumamente placentera pero no podemos permanecer ahí.  Tarde o temprano, hay que volver a la cotidianidad y la experiencia del retorno es casi siempre chocante.

Recuerda que el libro que estamos analizando se llama El nacimiento de la tragedia.  Casi estamos listos para tratar ese tema.  Es que las dos expresiones artísticas que hemos visto hasta ahora, la apolínea y la dionisiaca, funcionan pero a fin de cuentas quedan cortas.  La apolínea redime la vida mediante sus ilusiones pero es una redención apartada de la vida, una que la niega.  La dionisiaca, a diferencia, abraza la vida, pero lo hace a costo de la individualidad.  Una vida plena no puede alcanzarse por ninguna de las dos vías.  Parafraseando a Kant: el poder de Apolo de crear formas, sin Dioniso, es vacío; y el poder de liberar pasiones de Dioniso, sin Apolo, es ciego.  Lo que hace falta es, precisamente, su unión.  Nietzsche empieza a analizar este acontecimiento en el capítulo cinco.

Dice que la tragedia griega tuvo su origen en la poesía lírica.  Ahora, para nosotros, la poesía es algo que encontramos en un libro.  Es algo compuesto de palabras que se leen.  En Grecia Antigua, la poesía era musical, la cantaban.  Más importante que las palabras era la parte puramente sonora.  Esta parte musical Nietzsche la asocia con lo dionisiaco.  Era la parte primordial de la poesía.  Las palabras que se agregan después de componer la música son manifestaciones apolíneas y son secundarias.  En un vídeo sobre la estética de Hegel vimos que, para él, la música es una de las expresiones artísticas más elevadas debido a que su dinamismo refleja o encarna la naturaleza del espíritu absoluto.  Es lo mismo en Nietzsche.  Hasta ahora, hemos visto que el arte es mejor que el razonamiento para exhibir el orden natural y sus fundamentos metafísicos.  Pero dentro del arte mismo, aquel arte que es puramente musical es mejor que el que sólo emplea el lenguaje.

Este comentario de Nietzsche me hace pensar en el simbolismo de la sílaba AUM en el Hinduismo.  Este sonido simboliza la unidad de la realidad básica, lo que ellos llaman  Brahman.  Si se pronuncia esta sílaba correctamente, involucra todos los vocales.  La idea de cantar esa mantra es lograr identificarse con el Brahman, con esta fuerza del cosmos.  Pero al introducir los consonantes, esta unidad se rompe, se fragmenta, y volvemos a nuestra consciencia normal de una pluralidad de fenómenos separados.  Esta es la misma dinámica que se da entre la conciencia dionisiaca y la apolínea, entre la música y las palabras del lenguaje.

Nietzsche menciona todo esto de la poesía lírica porque la tragedia empezó en festivales en los que una multitud que formaba un coro hacía culto a Dioniso.  Dado que Dioniso es el dios del desbordamiento y la destrucción, el culto consistía en un canto hipnótico en el que se relataba lo efímero de la vida humana y su inevitable destrucción.  Esta destrucción no provocaba pesimismo en los participantes sino una sensación del poder y el júbilo de la vida, porque, a pesar de los cambios en la civilización, los participantes, vestidos como sátiros y representando a Dioniso, permanecían iguales.  La vida persiste, aun cuando sus manifestaciones particulares vienen y se van.  Todo esto corresponde al elemento musical de la poesía lírica.

Pero luego hubo una importante innovación.  Los participantes fueron divididos en dos grupos: adoradores por un lado y espectadores por el otro, y un actor enmascarado apareció en el escenario.  Este actor es el elemento lingüístico o apolíneo de la poesía lírica.  Lo que tenían que hacer ahora los sátiros era llevar a los espectadores a ver no el actor como tal sino el personaje visionario que representaba.  Este héroe, sea Edipo u Orestes, o Hamlet o Macbeth en el caso de Shakespeare, relata una historia en la que las cosas terminan mal, donde el héroe queda cegado, desterrado, o muerto.

Pues eso no suena muy bonito, entonces ¿por qué son tan famosas las tragedias, por qué se consideran mucho más importantes y sublimes que una típica película de Hollywood?  Porque el cine hollywoodense es casi en su totalidad apolíneo.  Es decir, te envuelve en un sueño bonito que siempre termina bien.  Es como la gente en la película el Matrix.  Están todas enchufadas al sistema apolíneo del matrix donde todo sucede de forma tranquila sin problemas.  Pero no están vivos.  No llamaríamos eso una vida humana real.

Otro ejemplo de esto es el fundamentalismo religioso.  Ante el sinsentido dionisiaco de la vida es bastante entendible cómo una gente puede envolverse en un sistema rígido que tenga todas las respuestas, que dé sentido a la vida.  Tomemos el ejemplo del cristianismo.  Hace 2000 años nació en el seno de las experiencias de un grupo de personas.  Lo podemos visualizar como un árbol.  Lo que vemos aquí del árbol representa al cristianismo con todos su ritos y doctrinas.  Lo que no se ve son las condiciones de que brotara – las raíces.  La parte visible es lo apolíneo; la parte subterránea es lo dionisiaco.  Debido a esta conexión, el uno nutre y posibilita el otro.  Pero si la parte apolínea se separa de las fuentes de su origen y se transplantara en otro lugar, como es el caso del cristianismo hoy en día, se vuelve algo rígido y frágil, un fenómeno hueco y mucho menos capaz de llevar a cabo su función original.

Volviendo a la tragedia griega, la gran innovación fue la de ligar lo apolíneo y lo dionisiaco, de hacer que la manifestación apolínea fuera informada integralmente por las condiciones dionisiacas.  Esta conexión es lo que hace que la creación apolínea sea vital y capaz de cambiar con el paso del tiempo.  Sí, el héroe muere, pero así es la naturaleza de la vida.  Al no huirnos totalmente de lo dionisiaco y permitir que tenga su lugar en nuestra experiencia de la vida, nuestras creaciones cobran una vitalidad y relevancia muy por encima de los cuentos hollywoodenses.  La banalidad de mucho cine estriba en que sean variaciones de una fórmula rígida y ya muy aburrida.  Lo novedoso en el arte viene cuando el artista permite contacto con el lado dionisiaco que, a nivel psicológico, sería el inconsciente.  El ego es lo apolíneo y el inconsciente lo dionisiaco.  Sin algún vínculo entre los dos lo que se tiene son o bien psicosis o áridas fantasías.

Como comenté, en las tragedias los héroes sufren y mueren.  Toda tragedia muestra que la aspiración humana de saberlo todo (como en el caso de la Torre de babel) o de controlarlo todo (como en el caso de Prometeo) o de restaurar la unidad original de la vida (como en el caso de Jesús) llega inevitablemente a chocar con la esfera divina o dionisiaca.  Este hubris del hombre tiene sus consecuencias, que, en estos casos que mencioné, son la confusión de múltiples lenguajes, el sufrimiento, o la muerte, respectivamente.

Para que tengamos muy clara la importancia de la tragedia para Nietzsche, voy a terminar con dos ilustraciones más.  Por un lado, podríamos entender la tragedia como unos lentes semi opacos.  Sé que suena extraño pero aguántame.  Recuerda que el arte en general, sea apolíneo o dionisiaco, es una forma de lidiar con el meollo dionisiaco de la existencia.  Podemos representar este último con el sol.  Ahora, el arte dionisiaco sería como lentes totalmente transparentes.  No nos proporciona ninguna protección contra los efectos de la luz solar.  La luz cegaría a uno, haciendo que pierda su individualidad, lo que le hace humano.  El arte apolíneo sería como lentes totalmente opacos.  En este caso no entra ni un rayito de luz solar.  Lo que hacemos con estos lentes es pintar escenarios bonitos en la parte interior, como si fuera una pantalla de cine, y nos perdemos en la fantasía que hemos creado.

Y, como final, la tragedia sería como lentes semi opacos.  La diferencia es que los dibujitos que hacemos en la parte interior de los lentes son iluminados por la luz solar, por la experiencia dionisiaca, así como los vitrales de una iglesia.  A pesar del final trágico de la tragedia, experimentarlo es algo que promueve la salud psicológica y cultural, al igual que una vacuna da un caso ligero de la enfermedad que previene.

Mi último ejemplo es una vela.  La llama desde luego es lo dionisiaco y la cera sólida es lo apolíneo.  Si te quedas en la llama te quemas; si te quedas en la cera, estás a salvo, pero congelado y sin vitalidad.  Lo que los griegos encontraron con la tragedia era cómo ubicarse precisamente en el punto de quemar de la vida.  Hay que salir de lo puramente apolíneo, pero no tan lejos que te quemes, sino lo suficiente para ser influido por lo dionisiaco.  Esto implica arriesgarse, vivir con incertidumbres, y soltar la necesidad de siempre controlar todo.  El resultado será una vida vital, creativa, y capaz de cambiar con nuevas condiciones de vida.  Esto es lo que, según Nietzsche, posibilitó la magnificencia de la cultura griega.  Su ausencia en nuestro mundo es lo que explica en buena parte nuestra decadencia.

En la segunda mitad del libro Nietzsche analiza la muerte de la tragedia, el culpable de la cual es Sócrates y su racionalismo, pero eso no lo vamos a revisar.  Gracias por haberme acompañado en esta aventura con Nietzsche.  Espero lo hayas encontrado interesante e inspirador.

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48 Comments

  1. fernanda · 23/08/2013 Responder

    El .sueño y la embriaguez son la respuesta ha un mundo caracterizado por el dolor y el terror, necesitamos lo ilusorio para de alguna manera sobrevivir a las malas noticias, a la violencia, a las perdidas, a la contingencia humana, creamos para apaciguar el miedo a través de algo bello, sublime, pero en el fondo de nuestra alma sabemos que hay otras experiencias que te invitan a la vida, al goce, a la aventura, es cierto suponen un riesgo pero te hacen cruzar la frontera de lo conocido, esto solo lo he experimentado en lo Dionisiaco una liberación total de mis instintos y la pérdida total del tiempo, de los problemas, del mal, lástima que es un placer que se esfuma ante lo cotidiano, pero cimbra tu mundo en una comunión con el universo.

  2. Fausto Alejandro Suarez · 26/08/2013 Responder

    Darin hay una cosa que no entiendo de Nietzsche, si el propone la afirmación de la viada por ensima de todo, por que plantea como el escape a la realidad por medio del arte?

    • Darin · 27/08/2013 Responder

      Buena pregunta. Fíjate que aunque quisieras, no podrías escapar de la realidad porque la vida tiene dos aspectos, se manifiesta de dos maneras: lo apolíneo y lo dionisiaco, y uno está siempre en el uno o el otro. Los dos son manifestaciones artísticas de la vida misma. Lo que a Nietzsche le gusta es cómo los antiguos griegos combinaron los dos para formar la tragedia, que es la vida vivida aun más real y autenticamente.

  3. alex · 27/12/2013 Responder

    Hola, ven a zacatecas. La UAZ necesita profesores así.

  4. Elisabet · 12/12/2014 Responder

    Gracias por esta página. Soy licenciada en Bellas artes y me reconozco en tu magnífica explicación sobre lo apolíneo y lo dionisíaco. Durante mis clases de filosofía tuve la suerte de contar con un magnifico profesor y ahora contigo y tu forma tan didáctica de tratar temas tan hondos como los filosóficos. Gracias de nuevo.
    Elisabet

  5. nirvana · 09/01/2015 Responder

    El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma-Berlolt Brecht.
    Siempre el mejor contenido Darin, saludos.

  6. Diana Mosheim · 15/07/2015 Responder

    Estimado Darin: He disfrutado y aprendido mucho de cada video. Son una sorpresa agradable y constructiva. Se ve que están hechos con deseo de compartir. Gracias

  7. Enif · 29/07/2015 Responder

    ¡Gracias Darin! esto me lleva a pensar un poco mejor en algunos aspectos de la vida y reafirmar unos conocimientos sobre Nietzsche, en general los videos que realizas son muy digeribles, y no solo eso, sino que inspiran (en lo particular) a investigar más sobre el autor en el que se analiza su filosofía, nuevamente agradezco tu emprendimiento con estos videos y tu amor por incitar y dar a conocer la filosofía, saludos y espero que sigas con tu tarea de abrir caminos al pensamiento, buen provecho.

  8. Ricardo Quevedo Palacios · 11/11/2015 Responder

    Muchas gracias por este blog, soy auto didacta y creo que sin Ud no habría podido incursionar en este hermoso mundo de la Filosofía.

    • Darin · 11/11/2015 Responder

      Que bien Ricardo, me alegro!

      • Valeria · 02/09/2024 Responder

        Hola, hay una cosa que no me queda completamente clara. En la sección 9, cuando Nietzsche apela a este fenómeno óptico de mirar hacia el sol, no entiendo el qué asimila como lo apolineo y lo dionisiaco. Pues, a mi forma de ver, el sol hace el papel de verdad dionisiaca que deslumbra y las manchas de colores oscuros que él menciona hace el papel de “velo” o “máscara” apolinea que ayuda a proteger la vista. Sin embargo no me queda claro.

        • Darin · 05/09/2024 Responder

          Hola Valeria. Sí, efectivamente, el sol es una metáfora de lo dionisiaco, el “horror de la naturaleza”.

  9. esteban · 08/02/2016 Responder

    vos , Dario zstanijraiberg y José Pablo Feiman son mis referentes filosóficos, cada uno y a su manera van complementando mi busqueda de información y conocimiento. gracias !

  10. José Ignacio Andolz · 03/03/2016 Responder

    Muchas gracias por tus post sobre Nietzshe; muy aclaratorios. El mundo como símbolo de la realidad última es un tema de un poderosísimo magnetismo. Me gustaría compartir una entrada de mi blog que toca este tema: https://escritodesdelastripas.wordpress.com/2015/03/31/dios-y-los-comedores-de-patatas/

    Un cordial saludo,

    José Ignacio Andolz

  11. Salvador · 17/04/2016 Responder

    Tas estos vides he de leer “El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música”, creo me he perdido la base para comprender bien, en profundidad, el resto de la obra de Nietzche, esa es mi primera conclusión. Luego quisiera hacer alguna pregunta a judgar por lo expuesto en los vídeos y por otras obras de Nietzche y pienso en este momento en “El anticristo”, “Aurora” o “Humano demasiado humano” fundamentalmente ( si bien hace tiempo que las leí y puedo errar en mi recuerdo)

    Primero: ¿ Podría interpretarse como una critica total a la BASE misma de la civilización occidental basada sobretodo en lo apolíneo y en ese sentido su critica a Sócrates como opositor al espíritu trágico mediante el predominio de la lógica y la razón- lo apolíneo-?

    Segundo: Lo dionisíaco parece lo importante en la vida, por ser lo verdadero de la vida, entonces ¿También en esto se basaría para su critica a la religión y a la moral que serian también opuestas a lo dionisíaco es decir apolíneas? De lo dionisíaco nacería su nihilismo.

    -Tercero: Por tanto intuyo que ¿Esta dialéctica entre lo apolíneo y lo dionisíaco se mantiene subyacente en el resto de la obra Nietzcheriana ?

    Y saliendome del tema en concreto veo que se incluye a Niezche entre el existencialismo pero no veo mucha relación con obra como la de  Kierkegaard , Heidegger , Sartre solo veo parafraseando la obra de Unamuno un “Sentimiento trágico de la vida” pero pareciera mas vitalista Nietzche

    (Solo siendo lector poco formado en estas disciplinas te pido disculpas Darin si estas preguntas son demasiado elementales o fruto de un imprudente desconocimiento )
    Gracias

    • Darin · 18/04/2016 Responder

      Hola Salvador. Ningún desconocimiento (al menos que sea intencional) es imprudente. En cuanto a tu tercera pregunta, posteriormente Nietzsche elimina la distinción entre lo apolíneo y lo dionisiaco y se queda simplemente con Dioniso o la voluntad de poder. Para Nietzsche, la religión y la moral y también mucha filosofía niega el devenir de este mundo, rechazan este mundo a favor de un posterior o superior intangible. En este sentido son decadentes y por eso los critica. Critica a una buena parte de la civilización occidental por esas razones, oponiéndola a su concepto de “kultur”

      • Salvador · 18/04/2016 Responder

        Hola Darin.
        Muchas gracias por tus aclaraciones que por otra parte me sugieren otras preguntas, de modo que ha sido un buen día para mi pues he aprendido algo y ha aumentado mi curiosidad por este texto que ya he conseguido. De momento me dedicaré a su lectura y luego si me lo permites, pues tampoco quiero molestar, recurriré a ti ante nuevas incertidumbres.

        Muchas gracias de nuevo.

  12. Papi Fité · 19/04/2016 Responder

    Hola Darín,
    Tengo que agradecerle este gran vídeo, me ha ayudado mucho a entender el pensamiento de este gran filósofo. Mi profesor de filosofía me ha dicho que no había oído nunca una explicación tan buena de Nietzsche, sobretodo el ejemplo de la vela. Dice que si pudiera le daría un beso en la cabeza 😉
    Muchas gracias.

    • Darin · 19/04/2016 Responder

      Gracias por tus lindas palabras, que bueno que les haya gustado estos sobre Nietzsche. No recuerdo cómo se me ocurrió eso de la vela pero sí, más o menos capta la idea. En fin, gracias y suerte con los estudios.

  13. Álvaro Lobo · 27/05/2016 Responder

    Profesor Darin
    Realmente inspiradora su interpretación del Nacimiento de la tragedia de Nietzsche. Gracias

  14. maria jose · 01/08/2016 Responder

    Hola DARIN me gustaría que me ayudaras a con una pregunta que me ha surguido y es ¿por que para nietzsche la actividad del sueño puede compararse con la actividad de creación artísticas ?

  15. Emily · 06/08/2016 Responder

    a mi tambien me gustaria saber la misma pregunta de Maria Jose, ” ¿por que para nietzsche la actividad del sueño puede compararse con la actividad de creación artísticas ?”

    • Darin · 10/08/2016 Responder

      Hola EMily. Pues en el sueño se crea algo no dado por la naturaleza al igual que hace un artista. Esa es la base de la comparación.

  16. Agustín el sanToaguzbel de akí sí · 19/09/2016 Responder

    Gracias por tu fonda y por explicar equilibradamente sus aromas, este tal sabor con este otro, o aquél que llega de más acá, estas mesitas que ofreces al trausente de torresrredes de Babel invita sentarse con un cafecito y mirar más para allá del pasillo. Creo que aclaras las muchas confusiones que nos topamos al paso con tu guia y ejemplos ala mano, como lo de la vela, lo de las aspiraciones de Babel, lo de las aspiraciones de Prometeo y la de Jesús que serian tan tan humanas como las de Nietzsche. mMuy dentro de mis sueños he querido que también su hybris sea la mia, ya se ve que la luz de tu vela encaminará la comprensión de lo que escribio Nietzche. Ojalá y explicaras un poco más eso de la hubris y pues ya me tome un café por aqui en la barra y voy a pasar al baile que se ve más al fondo de la fondita, agradeciendo tu ataención.

    • Darin · 19/09/2016 Responder

      Hola Agustín, gracias por tus lindas palabras. Ahora que estoy con Así habló Zaratustra, a ver si enncuentro oportunidad de volver a ese tema del hubris. Hasta pronto!

  17. Carolina · 29/10/2016 Responder

    Gracias darin por tu informacion es muy valiosa

  18. Yulissa · 01/11/2016 Responder

    Hola necesito ayuda con una pregunta con que manifestacion artistica de la epoca actual puede compararse con la tragedia?

  19. Jineth Ruiz · 15/09/2017 Responder

    estoy con yulissa quiero saber que manifestacion artistica de la epoca actual puede compararse con la tragedia?

    • Darin · 15/09/2017 Responder

      Hola Jineth. Los literatos siguen escribiendo tragedias hasta hoy en día. No entiendo realmente el sentido de la pregunta. ¿Compararse en qué sentido? La pregunta es sí lo que los artistas hacen hoy en día sea mejor que los antiguos griegos?

  20. natasha · 18/11/2017 Responder

    Hola, una pregunta, para Nietzsche que es lo sublime y lo ridiculo?? En el texto no me queda claro como los define a cada uno de ellos. Siempre habla ellos juntos.

    • Darin · 19/11/2017 Responder

      Hola Natasha. No veo donde habla de ese binomio en el “Nacimiento de la tragedia”. ¿Me podrías dar una referencia?

  21. Fco. Manuel Espinosa · 04/12/2018 Responder

    .
    Maestro Darin, ¿en qué medida se podría relacionar lo apolíneo/dionisíaco con el ying/yang oriental?

    Como siempre, muchas gracias por tu generosidad. Saludos desde España.

    • Darin · 05/12/2018 Responder

      Hola Francisco. Pues por un lado los dos binomios se plantean como fuerzas o dinámicas no sólo humanas sino características de la propia naturaleza. El yin y el yang son dos polos complementarios que deberían estar en balance, sin que uno predomine sobre el otro. Lo apolíneo y lo dionisiaco también deben estar en cierta relación, pero aquí lo dionisiaco es la condición básica. No surge a partir de lo apolíneo sino al contrario. Entonces en este último a cierta direccionalidad que en el yin y el yang no noto.

  22. CGVE · 09/10/2019 Responder

    Darin por qué para Nietzsche la actividad del sueño puede compararse con la actividad de creación artística?

    • Darin · 09/10/2019 Responder

      Porque el sueño no es un reflejo de la realidad, sino una creación de algo distinto, cómo hace un pintor cuando pinta un cuadro.

  23. Eleuterio Castro · 27/01/2022 Responder

    «…el poder de Apolo de crear formas, sin Dioniso, es vacío; y el poder de liberar pasiones de Dioniso, sin Apolo, es ciego…»
    Me recordó esa máxima cristina que dice que las buenas obras sin fe son vanas, y la fe sin obras está muerta; siendo -si es que comprendí- las buenas obras lo apolíneo y siendo la fe lo dionisiaco.

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