La semiótica de C. S. Peirce, pt. 2/3

Signos, objetos e interpretantes son un tanto más complicados de lo que parece. En este vídeo veremos 2 tipos de objeto, 3 tipos de interpretante e introduciremos una table con las 9 clases de signos. Además discutiremos la distinción entre tipo y token.

Guión

Pues estamos hablando de los signos. Vimos en el primer vídeo que para que algo actúe como signo tiene que relacionarse con dos cosas más: un objeto y un interpretante. Lo que el signo significa es el interpretante o nuevo signo que produce. Y como vimos la vez pasada, el interpretante a su vez produce un nuevo signo y así sucesivamente. Imagínate que una amiga te dice que ha conocido a alguien perfecto para ti y te lo va describiendo. Cada signo que usa produce en ti un interpretante, una idea de cómo es el objeto, esa persona que ha conocido. Y con nuevas preguntas por tu parte van puliendo los interpretantes. A través de los signos, tu amiga logra transferir a tu mente el objeto que tiene en la suya.
Ahora bien, esta dinámica que se da entre signo, objeto e interpretante es lo básico de su semiótica, sin embargo, hacen falta muchos detalles más para entender bien la naturaleza de la semiosis y la comunicación. Imagínate que te metieras en las Amazonas sabiendo sólo que hay animales, ríos y árboles ahí. Para poder navegar un camino por la jungla tienes que saber qué tipos de animales hay, cómo se portan, a dónde van los ríos, etc. En su exploración de la jungla de los signos, Peirce clasificó muchos tipos de signos, que vamos a ver más adelante, pero de momento vamos a ver las variedades de objetos e interpretantes.
Para discutir los objetos, tomemos la ciudad de Nueva York como ejemplo de un objeto y la Estatua de la Libertad como el signo que la representa. Dado que la estatua no nos dice todo sobre Nueva York, como por ejemplo su ubicación en los Estados Unidos o el número de habitantes que tiene, Peirce distingue entre dos tipos de objeto: el objeto inmediato y el dinámico. El objeto inmediato es el objeto tal y como se conoce en el signo. Puede haber miles de signos que representan a Nueva York. Lo que la Estatua de la Libertad en particular nos hace pensar acerca de Nueva York es que fue una ciudad que aceptó a millones de inmigrantes, por ejemplo. Eso es lo que este signo nos permite ver, por así decirlo, de Nueva York. Es el objeto visto desde el interior del signo; por ello, vemos sólo un aspecto del objeto.
Al objeto en su totalidad, fuera del alcance de cualquier signo o proceso semiótico finito, Peirce lo denomina el objeto dinámico. Es el objeto tal y como se conocería a largo plazo tras una investigación entre una comunidad amplia de investigadores que empleara múltiples signos y contextos.
Volviendo al ejemplo de la persona que tu amiga conoció, si te dice que es alta, entonces ese signo “alta” tiene como objeto un objeto inmediato, sólo parcial. Sólo sabes de ese objeto que es alto. Si investigáramos el objeto a largo plazo, el conjunto de todos los interpretantes resultantes correspondería al objeto dinámico, o como dice Peirce, “el Objeto en aquellas relaciones que el estudio final e ilimitado mostraría que hay”.
En cuanto a los interpretantes, hay tres posibilidades. Peirce tiene dos o tres clasificaciones pero la que quiero mencionar aquí da la idea general. Divide los interpretantes en emocionales, energéticos y lógicos. Ahora, recuerda que el interpretante es producido a partir de la relación entre un signo y un objeto. Es el efecto que un signo tiene. Uno de esos efectos es un interpretante emocional. Vas a la sinfónica y escuches la novena sinfonía de Beethoven. El signo es la ejecución de la sinfonía, la música tal como se oye. El objeto son las ideas musicales que Beethoven tenía en mente cuando la compuso, y el efecto que esto produce, el interpretante, es simplemente la emoción que sientes al escucharla.
Existe una anécdota de un compositor que invitó a varios a amigos a escuchar una nueva composición suya. La tocó en el piano y al terminar hubo aplausos. Después, una amiga se levantó y dijo, “Maestro, fue fantástico, pero dígame, ¿qué significa?” Sin decir una sola palabra, volvió al piano a tocar nuevamente la pieza. El punto de la pieza musical no era su descripción sino su ejecución y el goce al oírla.
Bueno, el segundo tipo de interpretante es el energético. Como insinúa esta palabra, este tipo de interpretante es una acción particular. El interpretante que produce un semáforo en rojo es parar el coche; y cuando se ilumina este signo en un avión, el efecto es que uno se abrocha el cinturón.
El tercer tipo de interpretante es el lógico. Éste no es ni un sentimiento ni una acción sino algo de orden general, un concepto. Tomemos el ejemplo del signo “sol”. Puede producir diversos interpretantes lógicos: “cuerpo celestial”, “muy caliente”, “grande”, “fuente de energía”, etc.; cada uno de los cuales producirán más interpretantes lógicos sucesivamente.
El interpretante lógico es por mucho el más común. Cuando leemos un libro, conversamos con un amigo, o investigamos algo, estamos inundados de signos de este tipo. Y qué bueno, porque la generalidad de los conceptos es lo que nos hace agentes semióticos tan potentes.
Si te das cuenta, estos tres tipos de interpretantes corresponden a las tres categorías de Peirce que vimos en otro vídeo. El emocional refleja la primeridad, la categoría monádica, porque el sentimiento es una totalidad cualitativa cuyo carácter se da sin compararse con otra cosa. El interpretante energético refleja la segundidad, la categoría diádica, porque se da sólo como producto de una relación bruta y mecánica con otra cosa. El coche parándose en relación con el semáforo, por ejemplo, es un producto singular y aislado. Y el interpretante lógico corresponde a la terceridad, la categoría triádica. No es algo vago como la emoción ni tampoco bruto y singular como el interpretante energético, sino general. El interpretante emocional se vive en el presente; el energético se da y de inmediato se relega al pasado; pero el interpretante lógico, por ser conceptual, se dirige hacia el futuro. Para ser efectivos, para significar, tienen que ser constantemente interpretados por nuevos interpretantes a futuro.
Esta idea es muy importante para Peirce. Para investigar y conocer el mundo tenemos que razonar. ¿Con qué razonamos? Con signos. Si el significado de los signos sólo fueran emociones o acciones singulares, jamás podríamos hilar una cadena de razonamiento. Pero los significados que sean conceptos sí permiten esto precisamente porque son generales. Volvamos a la persona que tu amiga conoció. Dice que esa persona es alta. ¿Cuál es el significado o interpretante de ese signo “alta”? Obviamente no puede ser un interpretante energético, algo singular, por ejemplo la estatura en concreto de esa persona en particular porque si fuera así sólo esa persona sería alta y nadie más. Eso es ridículo. “Alta” es un predicado general que se aplica a muchas cosas, entonces su significado no puede darse de una vez por todas sino que tiene que ser una función de futuras interpretaciones. ¿Qué quiere decir con eso? Sólo que el interpretante lógico es como un condicional o lo que Peirce llamaba un “sería”. “Si esa persona es alta, entonces sería el caso que cumpliría ciertas expectativas nuestras si las probáramos en la realidad” (por ejemplo, medir esa persona con una regla y comparar el resultado con la estatura media de la población). Lo mismo con el concepto de “gravedad”. Su significado no es la caída de esta piedra cuando la suelto sino que tiene que ser un general, un sería, o sea, cualquier piedra o cualquier objeto caería hacia el suelo si lo soltara.
Ahora bien, quiero hacer dos comentarios sobre lo visto hasta ahora. Primero, recuerda que las categorías son ordinalmente relacionadas. Puede haber primeridad sin las otras dos categorías, pero no puede haber terceridad sin que involucre primeridad y segundidad. Así que, puede haber interpretantes emocionales sin más. En cambio, los interpretantes energéticos que se den encierran necesariamente un aspecto cualitativo, algo sentido, digamos una carga afectiva. Y, según esta lógica, los interpretantes lógicos tienen que constar de elementos emocionales/cualitativos y también con elementos empíricos o singulares. Otra forma de entender esto es que si el interpretante lógico es triádico, si quitas los otros dos soportes, ¡pues cae!
La otra cosa que quería comentar es que en este ecosistema sígnico que hemos visto, no es que algunas cosas sean naturalmente objetos, otros signos, y que los demás sean interpretantes. Estos términos no son ontológicos sino funcionales. La palabra “gato” en un momento dado puede ser un signo pero igual puede convertirse en el objeto sobre lo que estamos hablando, y desde luego puede ser también un interpretante. La semiosis es contextual; todo depende del punto de vista del que haces el análisis.
Muy bien, habiendo hablado de los objetos y los interpretantes, vamos a pasar a ver la clasificación de los signos. Hay nueve clases en total. No ha de extrañar que Peirce las deriva en función de las categorías. Ahora, si hay tres categorías, uno pensaría que debe de haber tres clases de signos. Lo que pasa es que Peirce cruza las categorías en su descripción fenomenológica con las categorías expresadas ontológicamente. Veamos de qué se trata.
A mano izquierda en esta tabla tenemos las categorías ordenadas fenomenológicamente, es decir, en términos de relaciones. Entonces, en la primer fila, de la primeridad, vamos a considerar el signo en sí mismo. En la segunda fila, la relación del signo con el objeto. Y en la tercera, la relación del signo con el interpretante. Esta lectura que empieza a mano izquierda en términos de los diferentes tipos de relación se cruza con las diferentes posibilidades de expresión ontológica que vemos en la parte superior de la tabla. Recuerda que ontológicamente la primeridad es la pura posibilidad cualitativa; la segundidad es el hecho, lo singular y fáctico; y la terceridad es la ley o la regularidad.
Entonces, considerado en sí mismo, un signo puede ser una mera cualidad, que Peirce llama un “cualisigno”; un existente actual, un “sinsigno”; o una ley general o “legisigno”. Pasando a la segunda fila, un signo se relaciona con su objeto al tener: algún carácter en sí mismo”, que Peirce llama un “ícono”; alguna relación existencial con ese objeto, o un “índice”; o alguna relación con el interpretante, un “símbolo”. Como final, el interpretante de un signo lo representa como un signo de: posibilidad, lo que Peirce llama un “rema”; como un signo de algún hecho, un “dicisigno”; o un signo de la razón, es decir, un “argumento”.
Ahora, de todas estas clases vamos a tratar sólo la tríada más famosa, la de ícono, índice y símbolo. Aunque mencionaré que eso de legisigno y sinsigno en la primera fila corresponden a la distinción entre
tipo y token, que el mismo Peirce introdujo al vocabulario lógico. El tipo o legisigno es general y el token o sinsigno es singular. Aquí vemos la palabra “perro” escrita muchas veces en diferentes colores y tipografías. Cada uno es un token, digamos un ejemplo o réplica de la palabra “perro” entendida como un tipo, un concepto abstracto. He visualizado “perro” como tipo aquí con un círculo pero la verdad es que cualquier visualización, vocalización o marca sería un token del concepto abstracto de “perro”. La naturaleza de la palabra “perro” como tipo no se agota por todas las instancias de “perro” escrito en todos los libros y revistas del mundo. Aunque juntaras todas esas instancias o tokens de “perro”, no equivaldrían al concepto general de “perro”, que es un tipo.
Pues ahora iba a pasar a lo del ícono-índice-símbolo pero hay mucho que quiero decir sobre eso y veo que está pasando el tiempo y no quiero abusar de tu paciencia, entonces vamos a retomar ese tema en el próximo y último vídeo sobre la semiótica de Peirce.

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30 Comments

  1. Martha · 09/08/2014 Responder

    ¡Gracias y saludos!

  2. Alfonso · 10/08/2014 Responder

    Muchas felicidades, muy interesante, podrías también incluir la argumentación, saludos.

    • Darin · 10/08/2014 Responder

      Gracias Alfonso. Hablaré un poco de la argumentación en el último vídeo. Un abrazo!

  3. ARTURO · 10/08/2014 Responder

    QUE TAL BUENAS SOLO ESCRIBO PARA SABER SI TIENE MATERIAL SOBRE LA FILOSOFIA MEDIEVAL. MUCHAS GRACIAS.

  4. Miguel Valdez Orriaga · 16/08/2014 Responder

    Gracias Darin, me servirá, también, para un mejor análisis del concepto Imagen Institucional o Imagen Corporativa, temas que tienen que ver con las Relaciones Públicas.
    De otro lado, me gustaría que en algún momento dediques algunas presentaciones al concepto “relaciones” que tiene connotaciones de orden filosófico, antroplógico, social y cultural.
    Atte.
    Miguel

  5. Jaime · 01/09/2014 Responder

    Hola, una pregunta: cuantas camisas y corbatas tienes ? Es una broma, perdona. Me gustan mas tus videos de filosofia que de semiotica. Pero son todos interesantes, en este mundo tan simplon que nos presentan. Sabes cosas que merecen la pena.Solo se vive una vez Un cordial saludo. Jaime

    • Darin · 02/09/2014 Responder

      Hola Jaime. Unas cuantas camisas pero muchas corbatas, jaja. Ya pronto vuelo a temas más “filosóficos”, gracias por tu comentario!

  6. Jaime · 30/09/2014 Responder

    Hola Darin, muchas gracias por tu trabajo, es realmente excelente.
    He escuchado todo lo que has publicado a través de podcasts –varias veces– y he empezado a leer “Las palabras y las cosas” siguiendo tu consejo de no quedarnos sólo con tu interpretación.
    Desde hace algún tiempo he tenido problemas para descargar los podcasts desde el teléfono, justamente este y el último de la serie de semiótica que me interesa mucho porque soy Diseñador y profesor ayudante de Teoría del diseño. ¿Sería posible que revisaras si hubiera algún problema desde tu lado? Veo también que lo estás publicando a través de Dropbox –o eso hace pensar el link–, ¿Podrías publicar un enlace para suscribirse directamente a la carpeta?
    Muchas gracias desde ya y felicitaciones de nuevo por tu trabajo que me acompaña mientras camino por la ciudad.

    • Darin · 30/09/2014 Responder

      Hola Jaime. Gracias por tu mensaje, me alegro que te hayan gustado mis vídeos. Gracias también por el aviso del problema técnico. No tengo a quien me ayude entonces a veces se me escapa algún detalle. Al rato voy a checar bien los enlaces. ¿Has intentado en iTunes? Ahí tengo un canal para los vídeos – La Fonda Filosófica (vídeo) – y otro para puro audio – La Fonda Filosofica (audio). En todo caso voy a checar el problema que me comentas. Gracias y un abrazo!

      • Jaime · 01/10/2014 Responder

        Justamente los descargo a través de la aplicación Podcasts de iPhone, que los va a buscar a iTunes. Voy a eliminar y volver a agregar el podcast a ver si se soluciona.
        Saludos!

    • Lesa · 26/07/2016 Responder

      We deilnfteiy need more smart people like you around.

  7. Vicente · 28/10/2014 Responder

    Hola Mtro. Darin, excelente su trabajo!! quisiera saber como se clasifican los de argumentos e hipótesis y cuales son mas sólidos o tienen mas veracidad en su fundamentación.
    Como le comenté en el link que anexo si me puede ayudar a entender el tipo de argumentos que utilizan.
    Gracias

    http://www.eltrece.mx/capitulos/enelring/233883/en-el-ring-existe-la-realidad

    • Darin · 29/10/2014 Responder

      Hola Vicente. Hay tres tipos de inferencia o argumento: deducción, inducción, e hipótesis. La conclusión de un argumento deductivo bien formado es necesaria. La de un argumento inductivo es sólo probable. Y el argumento hipotético es el más débil. Es una adivinación. Sus consecuencias tienen que ser deducidas y luego inductivamente probadas en la experiencia. ¡Espero esto te ayudó!

  8. DIEGO GERMAN PEREZ VILLAMARIN · 10/04/2015 Responder

    Gracias por tu labor filosófica, tan pedagógica y clara.
    Podrias hecerme llegar algunos elementos sobre la constitución, organización y sistematización general de la obra de Pirce?

  9. Gaspar · 03/03/2016 Responder

    Maestro podrá de casualidad darme un ejemplo de cada una de las categorías con las que Pierce clasifica los signos? (cualisigno, sinsigno, legisigno, rema, dicisigno y argumento, solo esos ya que ícono, índice y símbolo ya los ha ejemplificado). Y una pregunta más personal: no cree que de no haber sido por Freud la psicología podría haber sido descubierta por la filosofía? Muchas gracias!

    • Darin · 03/03/2016 Responder

      Tengo un libro de introducción al pensamiento de Peirce con un largo capítulo sobre la semiótica. Ahí doy un largo ejemplo de todas esas cosas. Desafortunadamente lleva más de un año en dictamen en el Fondo de Cultura Económica. Si me mandas un correo en la parte de “contact” te puedo enviar esa sección.

  10. Miguel · 02/11/2016 Responder

    Hola gracias por tus videos, quisiera pedirte el favor de ayudarme con una explicación mas exacta sobre tipo y token? me seria de gran ayuda gracias.

  11. robert · 23/10/2017 Responder

    gracias Darin

  12. Rodrigo Baldivia · 13/08/2019 Responder

    Profesor, tiene usted una forma muy depurada y efectiva para explicar estos conceptos, los hace ver fáciles, se ve que tiene muchos años de trabajo de por medio, muchas gracias y felicitaciones, que Dios lo bendiga.

  13. Gabriela · 20/01/2020 Responder

    Hola! Agradezco mucho su valiosa pedagogía! Podría decirme donde encontrar algún discurso dónde se pueda ver el uso práctico de estos conceptos?

    • Darin · 20/01/2020 Responder

      Hola Gabriela. Fernando Andacht es un semiótico peirceano uruguayo. Busca su nombre en YouTube para ver sus análisis semióticos de la realidad cultural y política de Uruguay, y también su nombre en Google para buscar sus escritos. Es muy bueno.

  14. Alminar · 10/03/2023 Responder

    A mi entender, Peirce es un neokantiano nominalista, pero neokantiano.
    Si echas un vistazo a la variedad de interpretantes, lo emocional, energético y lógico repite a su manera la diferencia entre razón práctica, instrumental y pura. Y las nueve variedades de los signos recuerda al esquema formal triádico de las categorías kantianas reordenando las tipologías que se hayan en la “Summa Logicae”.
    La pregunta del millón es cómo derivar lógicamente esas nueva variedades. El oscuro secretito es que no hay modo salvo empleando la memoria, cosa que ya acontece en la tipología de Ockham.
    Habrá que echarle una larga ojeada a las traducciones que realizaste, pero en mi primera aproximación lo que no forma parte de la orientación neokantiana constituye una secuela del nominalismo. La filosofía analítica y el estructuralismo son variedades del nominalismo. Tengo la impresión de que la semiótica cae en la misma muestra.

    Muchas gracias por tu aporte.

    • Darin · 10/03/2023 Responder

      Hola Alminar. ¿Qué te hace pensar que Peirce sea nominalista? Si hay algo en el que Peirce nunca cambió de opinión a lo largo de vida filosófica fue en la crítica voraz y sostenida que hace al nominalismo.

  15. Luis Barragán · 18/03/2024 Responder

    Muchas Gracias!!!

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