La noción del contrato social en filosofía política empieza con el célebre libro de Hobbes: El leviatán. Aquí analizamos su argumento y la sorprendente conclusión a la que llega.
Thomas Hobbes es el primero y más curioso de los clásicos teóricos del contrato social. Sabemos que la noción del contrato social es la base filosófica de nuestras democracias actuales, pero el argumento de Hobbes, como veremos en este vídeo, no conduce a la democracia sino a la monarquía!
Hobbes nació en 1588. Conocía a Francis Bacon, Descartes y Galileo y murió a la edad espectacularmente vieja, para su época, de 91. De los libros que escribió vamos a analizar su célebre Leviatán que salió publicado en 1651 tras una década de guerra civil. La Guerra Civil Inglesa es el dato histórico fundamental para entender El leviatán. La destrucción que infligió a la sociedad inglesa motivó a Hobbes a buscar una forma de ordenar la sociedad que evitara los males que vio en la guerra.
Como cualquier hombre educado de su época conocía bien el pensamiento de los antiguos griegos y romanos. Pero al igual que Maquiavelo, Hobbes pensaba que los antiguos discursaban de forma muy elocuente sobre el hombre y su vida política pero que no lograron realizar sus ideas en el mundo real. Dice Hobbes que, “Hicieron leyes imaginarias para estados imaginarios.” A la mano con el espíritu de su tiempo Hobbes volvería a la cuestión política y tratar de basarla sobre bases científicas. Quería entender este tema no de manera aislada sino como componente de toda una cosmovisión científica. Su pretensión es parecida al campo actual de la psicología evolutiva en el que se trata de dar cuenta de la conducta humana no en términos del libre albedrío sino de fuerzas evolutivas. Hobbes obviamente no acude a la evolución darwiniana. Más bien se fijará en las pasiones del cuerpo o en lo que hoy en día llamaríamos el funcionamiento fisiológico del cuerpo. Al igual que Maquiavelo, rompe con una larga tradición antropológica en aras de entender al hombre de forma científica, no utópica.
Y al igual que Descartes, Hobbes tomaría como modelo de conocimiento científico la matemática o geometría ya que son los únicos campos cuyas conclusiones no son disputadas. Hoy en día sería muy difícil encontrar a un filósofo que pretende a una certeza matemática en su pensamiento pero hay que recordar que en la época de Hobbes la filosofía era mucho más amplia en su alcance, incluyendo como objeto la totalidad del mundo natural. Así entendía Hobbes la filosofía, como un cuerpo total de conocimiento cuyo fin es principalmente práctico: la utilización o creación de efectos. El conocimiento es poder, como decía Francis Bacon y Hobbes está de acuerdo pero distingue entre dos tipos de conocimiento: conocimiento filosófico y conocimiento empírico. Sólo el primero confiere poder. Proviene de un esfuerzo activo de raciocinio mientras que el conocimiento empírico proviene de la percepción pasiva de la naturaleza. El conocimiento empírico es simplemente un conjunto de distintos hechos fácticos como “está lloviendo” o “hay una manzana sobre la mesa”. El tipo de conocimiento que le interesa es el filosófico. Éste se ocupa de las relaciones causales entre estos distintos hechos. No se basa en la observación sino en el razonamiento, específicamente en las consecuencias de proposiciones.
Por ejemplo, tenemos conocimiento empírico de “hombres”, “la muerte” y “Sócrates”. Eso está bien pero no podemos hacer mucho con ese conocimiento. Mucho mejor entender las relaciones causales entre estos hechos, como en el famoso silogismo sobre Sócrates y la mortalidad. Éste es el conocimiento filosófico, un conocimiento de consecuencias, de las relaciones de causa y efecto. Para Hobbes, podemos investigar estas consecuencias o relaciones de dos formas: sintética o analítica. Cuando razonamos de forma sintética, razonamos a partir de una causa a sus posibles efectos. Por ejemplo, el fuego es una causa cuyos posibles efectos podemos deducir. El razonamiento analítico es al revés. Uno parte de un efecto y rastrea sus posibles causas, como en este caso de un incendio forestal.
He hablado de todo este trasfondo metodológico porque, por un lado es importante para entender su forma de argumentar y las conclusiones a las que llega, pero también para esclarecer una confusión que mucha gente tiene cuando llega al primer capítulo de El leviatán. No empieza hablando del estado de naturaleza y contratos sino de la sensación y la imaginación. No llega a la política hasta el capítulo 13. ¿Por qué? Como comenté, Hobbes va a situar al hombre y su situación política dentro de una cosmovisión general del mundo. Siendo materialista, el mundo no es para Hobbes más que cuerpos en movimiento. El hombre percibe estos cuerpos y deriva las consecuencias de su interacción. Para Hobbes hay dos tipos de cuerpo: natural y artificial, distinción que se nota en los títulos de tres libros suyos: De corpore, De homine, De cive. Los cuerpos y los hombres son cuerpos naturales, y el Estado, De cive, es artificial, algo creado por el hombre. Vemos esto perfectamente en las primeras líneas de la introducción de El leviatán:
“La Naturaleza (el arte con que Dios ha hecho y gobierna el mundo) está imitada de tal modo, como en otras muchas cosas, por el arte del hombre, que éste puede crear un animal artificial”
¿Qué dice aquí? Pues está comparando dos cosas: Dios y el hombre. ¿Con respecto a qué los compara? Dice que los dos crean algo: Dios el mundo y el hombre el Estado. ¿Cómo crea Dios el mundo? A través de la naturaleza. ¿Y cómo crea el hombre el Estado? Dice Hobbes que imita a la naturaleza, empleando su razón.
Antes de pasar al texto y su argumento quiero resumir un poco lo que hemos visto sobre su metodología científica. Hobbes es por un lado muy empirista pero al mismo tiempo racionalista. Su racionalismo estriba en la naturaleza del conocimiento filosófico, el calcular las consecuencias de las proposiciones. La palabra “calcular” es muy apropiada aquí, ya que para Hobbes el razonamiento filosófico es una cuestión de computación casi matemática, la deducción de consecuencias a partir de un análisis de movimiento y cantidad. Pero los primeros principios o causas a partir de los cuales deducimos no son innatos al hombre sino que llega a ellos a través de la experiencia y la inducción. Ése es su lado empirista.
Bien. Hace poco vimos el índice del libro y vimos que Hobbes no llega a hablar de la política hasta el capítulo trece. La política, el Estado, es el fenómeno que a Hobbes como científico le interesa. Quiere explicarlo. En los términos de Hobbes, el Estado es un efecto que requiere de una causa. Antes de escribir una sola palabra del libro reflexionó mucho sobre el problema. Procediendo de forma analítica, partió del efecto, el Estado, y buscó posibles causas. Para Hobbes, la causa última de todo es cuerpos en movimiento. Llegando a esa causa, empieza luego a escribir. Procede de forma sintética y demostrativa, hablando primero de la sensación, luego la imaginación, la cadena de pensamientos, el conocimiento y el razonamiento, etc., de lo simple a lo complejo. El texto se lee como un químico explicando cómo, a partir de unos elementos básicos, se puede llegar a los complejos químicos que regulan el funcionamiento del cuerpo.
La causa próxima del Estado es sin duda la conducta humana, decisiones tomadas por los seres humanos. Para explicar esta conducta Hobbes abandona el discurso clásico de ideales morales, lo cual se parece mucho a la noción de causa final en Aristóteles, o sea, aquellas causas que nos jalan desde en frente, por así decirlo. Hobbes plantea más bien la noción aristotélica de causas materiales, las que empujan desde atrás. La psicología humana para Hobbes se rige no tanto por ideales razonables sino por una mecanicista dinámica de las pasiones.
Bueno, ya tengo que terminar este vídeo, pero al menos ya tenemos todo listo para pasar directamente al texto en el siguiente.
Me gustan mucho tus vídeos
Son muy claros y ayudan
Una sola cosa mala, la MÚSICA del inicio tiene unas percusiones muy fuertes que me obligan a sacarme los auriculares
Podrías bajar esos ruidos?
Desde ya muchas gracias
Hola Fabio. Gracias por lo que informarme sobre eso de la música. Hace tiempo alguien había hecho el mismo comentario. Traté por mi cuenta de hacer algo pero no pude. Ahora voy a buscar un profesional. No quiero que mi podcast moleste!
Gracias a la fonda filosófica , he incursionado en el mundo de la filosofía. Gracias por tu aporte estimado Darin.
Gracias a ti Pedro 🙂
Que buen video, gracias por subirlo, lo estamos mirando con mi hermana. Saludos
Que bien, saludos a ti y a tu hermana!
Buenas noches profesor, muy buenos videos, le escribo desde venezuela, actualmente estudio derecho y estoy cursando la materia de sociológia, y actualmente mente me pidieron un ensayo sobre el contrato social y la teoria de hobbes, si tiene algun material en el cual me pueda apoyar.
Hola Samuel. Tengo vídeos sobre esos temas. Se encuentran en la liga de “filosofía política” a mano izquierda en la página principal.
Exelente sami, un estupendo motivador para mi clase de introduccion al derecho
Gracias Mary Luz!
Excelente! Muchas gracias… sigo mis cursos con tus videos y realmente me ayudan a reafirmar los conceptos. Tu capacidad de síntesis es muy buena.
Muchas gracias Martha!
Quisiera que me explique de manera entendible el Leviatán parte el estado y el control social para exponer un trabajo en filosofía
No llego a entender si Hobbes es empirista o filosófico.
Hola Rodrigo. Los dos no son excluyente. Tecnicamente, Hobbes es un filósofo materialista, pero también tiene un lado racionalista.
¡Qué actualidad, Darin! Estado ausente y “retorno a la naturaleza”…Por lo menos en Uruguay.
Muchas gracias.
Augusto
Gracias Darin, estos temas de Contrato Social me están sirviendo para mi tesis doctoral hecha en cuarentena
QUé bien, me da gusto!
Felicitaciones, Darín. Haces un gran aporte a la difusión del conocimiento filosófico.
Muchas gracias León 🙂